Café gourmet, una experiencia de café en Chiapa de Corzo

Es tan agradable salir a presenciar y captar momentos de la vida fuera de tu recorrer rutinario, que aprovechando las fechas, una visita al pueblo mágico de Chiapa de Corzo en sus días de fiestas es una experiencia tan grata que vale la pena vivir. Pues tradicionalmente en Chiapa de Corzo se celebra la Feria Grande de Chiapa, misma que se distingue por su tan tradicional y ahora patrimonio cultural inmaterial de la humanidad con la danza de las Chuntás, los Parachicos, el día de la representación del combate, e infinidad de actividades artísticas tradicionales, que el solo hecho de llegar a la ciudad se vuelve una experiencia mágica digna de presenciar y que al regreso es inevitable salir maravillado de tan bella experiencia. Por eso me he tomado la molestia de compartir por medio de nuestras letras y nuestro encanto del café la experiencia de café gourmet en la bella Chiapa de Corzo.

Chiapa de Corzo se distingue por su tradicional pozol en jícara, el consomé de puerco tan rico que sirven en el mercado, su típica pepita con tasajo y las clásicas vendimias de paletas y bebidas refrescantes, en la actual feria las vendimias por el parque en los alrededores de la famosa fuente chiapacorceña se encuentran los puestos de comida rápida tradicional de las ferias, algunas rebanadas de pizza, las fresas con crema, banderillas, venta de bebidas alcohólicas, entre los juegos mecánicos y muchas distracciones más.

Foto de Iván Ordaz Suárez

Normalmente no se llega a una feria pensando en encontrar una cafetería, o previendo beber café gourmet. Pero pensando no encontrar nada que me devolviera de regreso al mundo del café me encontré con una sorpresiva experiencia de café.

Todo sucedió mientras me encontraba caminando por la calle que lleva del parque al admirable malecón de la ciudad en donde se encuentran los embarcaderos. esa bajada que pasa por las escaleras del ex convento de Santo Domingo, una calle muy bella apreciando el empedrado del suelo y lo bello del paisaje urbano colonial y la vista del río Grijalva, y pues entre los abundantes puestos de artesanías chiapanecas me encontré con una cafetería donde vendían café orgánico chiapaneco, a lo que yo sorprendida me acerque sin dudar, pues pensé en lo agradable que era encontrar café gourmet chiapaneco en plena feria grande y a unos pasos del malecón y del parque. Una invitación a degustar una prueba del café gourmet llamó mi atención, para lo que abrió paso a una conversación amena con los dueños de la reciente cafetería. De pronto una idea surgió, indudablemente el café está en los mejores momentos y lugares del mundo, incluso cuando se piensa en lo difícil que pudiera ser encontrarlo. Un café en plena feria de enero fue un toque especial en tan enfiestados días, que motiva a aventurarse más en los mejores eventos.

Pues una experiencia de café en la tradicional fiesta grande lo describo como un bing bang de emociones con esencia a cafeína.