El día viernes 19 de agosto de 2016 se celebró el 7° Aniversario del Museo del café Chiapas, en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.
Como parte del programa de actividades se presentó el cronista tuxtleco José Luis Castro A. en una plática sobre la historia de las cafeterías en Tuxtla Gutiérrez, que nos pareció increíble compartirlo con ustedes.
En palabras de José Luis Castro. “Durante muchos años los tuxtlecos saborearon riquísimas y espumantes tazas de café de calcetín.
En el tostado del café estaba la clave del sabor, del color y del aroma.”

Continúa…: La tradición del consumo de café […] en Tuxtla se formalizó en los mesones que fundaron los españoles a raíz de la creación de la Alcaldía Mayor de Tuxtla en 1768. La aparición de las cafeterías en Tuxtla Gutiérrez surgió años después de haberse convertido en capital del Estado (1892). Entre las primeras, recuerdan nuestros bisabuelos la cafetería del restaurante del Hotel Porfirio Díaz (1892), lugar en donde se reunía la crema y nata de la sociedad tuxtleca, así como de algunos viajeros; la cafetería del restaurante del Hotel México, mejor conocido como Hotel Paco (1907); la cafetería del Gran Hotel Cano (1920), lugar de reuniones de los jóvenes y señores de las décadas de los veinte y treinta” también se encontraba “el Salón Saturno con servicio de cafetería, nevería y cervecería de los hermanos Grajales Fuentes (1948); el Café Tepeyac (1948); los primeros servicios de café en el restaurante Las Pichanchas (1976), entre otras.
Entre las primeras cafeterías formales que existieron en Tuxtla Gutiérrez, figura la que estuvo ubicada en los antiguos portales de la Casa Cueto la Cafetería y Refresquería El Mayab (1930), en la esquina que formaban la Avenida Central y la calle Central; la Cafetería del moderno Hotel Bonampak (1948), donde se reunían todos los políticos chiapanecos y fuereños; el Café Rex de tio Beto, que se encontraba en la Primera calle Poniente entre la avenida Central y Primera Calle Norte; el café Simall (aquí estuvo el primer tostador de café en 1930), que se encontraban casi frente al Café Rex; la Cafetería y Fuente de Sodas Flamingo´s (1963); la Cafetería San Carlos; el Café Avenida que se localiza en la Avenida Central entre primera y segunda poniente; Cafetería El Juglar, que se encontraba en la Avenida Central Oriente; posteriormente aparecieron otras que no han podido tener la fama y el prestigio de las primeras, con excepción de la Cafetería Biocafé (1999), del Centro Cultural de Chiapas “Jaime Sabines” y la cafetería del Centro de Convenciones de Chiapas.
Asimismo, figuraron las cafeterías escolares, en particular las de las escuelas Preparatoria y Normal del ICACH, y las de la Universidad Autónoma de Chiapas.

7° Aniversario del Museo del Café
Durante muchos años los tuxtlecos saborearon riquísimas y espumantes tazas de café de olla, de “calcetín” (colado) y café con leche, , acompañado de marquesote o cazueleja, de galletas marías o serranas. Y, en algunos barrios de la periferia de la ciudad, se tomaba el café sopeado con galletas de “animalito” o con tortillas doradas en comal de barro.
En los hogares tuxtlecos a las cinco de la tarde, se acostumbraba a tomar café, escuchando alguna estación de radio; “oyendo” música de marimba. […]
Se decía que en el tostado del café estaba la clave del sabor, del color y del aroma, por eso en el “Café Simal” los clientes pedían “un café caliente, espumoso y aromático, hecho al instante”.
Entre los principales abastecedores de café estaban el beneficio de café de la Casa Farrera, Cafés Zardaín de Chiapas, la Beneficiadora de Café “California”, Beneficio de Café “San Vicente”, Beneficio de Café, S. de R.L.
Las cafeterías eran lugares de reunión de cafetómanos y cafelómanos, de periodistas y locutores, de políticos y de comerciantes, de artistas e intelectuales, y uno que otro sin oficio ni beneficio ni futuro alguno. El consumo de café (al igual que del pozol) fue muy popular en Tuxtla Gutiérrez hasta que empezó a ser sustituido por bebidas gaseosas (refrescos carbonatados).

Sin embargo, […] “a raíz de la construcción del Parque Jardín de la Marimba (1993), se abrieron algunas cafeterías alrededor de este parque”. Impulsando el consumo del café entre los tuxtlecos y creando toda una tradición entre los vecinos de ir a pasar la tarde noche al parque a danzar al ritmo de la marimba y así mismo a tomar un buen café chiapaneco.
Es a partir del interés de la población por recuperar sus costumbres y fomentar lo hecho en el estado, que hoy en día se puede apreciar en múltiples calles o avenidas de la ciudad capital los innumerables locales de expendios de café y cafeterías, e inclusive ahora hasta se cuenta con el Museo del Café, mismo que aporta a la población capitalina chiapaneca un atractivo recreativo más a la ciudad para su turismo y que fomenta la cultura del café. Es gracias al Museo del Café que los pequeños cafeticultores han podido reunirse con otros y realizar talleres que involucren a la sociedad chiapaneca al mundo del café. Es por todo esto, que el viernes pasado celebramos con gran emoción los 7 años del museo en compañía de amantes del café, estudiantes, músicos y demás público interesado.
Así de esta manera compartimos con ustedes la breve historia de las cafeterías de Tuxtla Gutiérrez y nuestra participación en el 7 aniversario del Museo del Café.
Por un poco de cultura en cada taza.

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