instrucciones para servir una taza de cafe

Instrucciones para servir una taza de café

Dedicarse a servir una taza de café resulta poco observado, la circunferencia de la taza tiene el tinte de encerrar dudas. Las instrucciones para servir una taza de café es un oficio indiscutible que se repite a cada somnolienta necesidad de beber el cálido y orgánico combustible matutino. El ritual del combustible adoptivo chiapaneco cobra vida en la majestuosa cafetera que tiene su espacio sagrado en el lugar ancestral dador de alimentos. Ese espacio, no es cualquier espacio, es el espacio en el que los chiapanecos adoran a Yumkaax, de allí por medio de algunos movimientos claves surgen el pan, los tamales, el picte de elote y el rambután. De un cofre de madera surge del inframundo los granos molidos de café, surge embolsado, pero no de cualquier bolsa, es una de envoltura negra con una franja turquesa, ni tan a la izquierda y ni tan a la derecha, justo en medio, se encuentra tan cuidadosamente sellado que se debe recurrir a abrir, al ser intervenido con cierto utensilio puntiagudo y filoso será descubierto el tesoro aromático que despide dicha bolsa, el molido se coloca en el interior de la cafetera, allí, donde cierto filtro lo protege para transformarlo en el brebaje sagrado de los artesanos del café.

Las tazas deben ser blancas, de material delicado, no barro, ni cristal, sino de cerámica, con cierto ángulo de curvatura donde pueda recibir las primeras gotas del brebaje y así permita un llenado perfecto. Se debe colocar la taza en la distancia exacta entre la salida del líquido caliente y el fondo de la taza, sostenerla con firmeza y delicadeza, como si se tratara de una rosa con espinas, pues un pequeño desliz activaría las espinas del café caliente, (un pequeño derrame de café caliente en la mano o la ropa puede ser fatal). Dejar que la cafetera termine su trabajo dará paso al último e importante paso de las instrucciones para servir una taza de café.

La sutileza y finura de tan abrumador y largo viaje de la taza ardiente que fue impulsado por Kinich Ahau en el mágico proceso de colado será el reto de prueba de fuerza y equilibrio. Un entrenamiento innato de supervivencia que Kakupakat otorgó a todo amante del café. Pues es ese justo momento en el que pisar firme el suelo resulta decisivo para lograr el objetivo final del servir una taza de café a la mesa. El viento sopla, es ese momento en el que se suele suplicar a todos los dioses mesoamericanos porque Chaac y Kukulkán no suelten su furia. Entre paso a paso se llega a un obstáculo de juego de pelota, un peldaño de inclinación baja se atraviesa entre el lugar sagrado de los alimentos y el vestíbulo, se debe tener confianza y cuidado, el peldaño debe ser un amigo, para este reto, tan solo se le debe saludar con dos pasos firmes y cautelosos, y tan pronto se haga esto la taza de café se encontrará a salvo. Tres pasos más y la inclinación adecuada de nuestro tronco y brazo logrará ondas dentro de la cerámica con el brebaje sagrado, justo el toque final esperado. Despedirá el aroma ideal que llegará al olfato de nuestra visita y conquistará a su paladar así como Ixchel conquista nuestras noches.

Instrucciones para servir una taza de café

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